El domingo 13 de diciembre acudimos a LA PICOTA a celebrar el DÍA INTERNACIONAL DE LAS MONTAÑAS. Es un bello monte costero, pero que está rodeado de claros ejemplos de un urbanismo desfasado.
Desde lo alto de puede apreciar un paisaje único hacia el oeste, con la desembocadura del río Pas y las playas de Mogro y Liencres.
Veintidós valientes partimos de la estación de Mortera-Mompía a pesar de que el día no había amanecido muy estimulante. Habíamos quedado con Óscar en el palacio en ruina de los condes de Mortera, propiedad de la duquesa de Medina-Sidonia, para enseñarnos algunos recorridos alternativos por La Picota.
Llegamos a la cumbre hacia las 12:45 horas. El día amenazaba lluvia, pero al final aguantó, aunque con frío y apenas unos rayos de sol. Después de hacernos la foto con la pancarta nos arrimamos para tener un recuerdo con la Ría del Pas al fondo.
Visitamos algunos bunker que fueron construidos y utilizados durante la Guerra Civil. Algunos han sido excavados recientemente.
Continuamos hacia el monte Tolío con el sendero embarrado, con el Parque Natural de Liencres de frente.
En lugar de dirigirnos a Liencres, volvimos a Mortera por unos senderos en medio de eucaliptos, pero también de la pequeña mancha de bosque que nos descubrió Óscar. La bajada tenía mucha pendiente y Óscar había colocado una cuerda para facilitar el descenso.
Pero desde el alto también se pueden apreciar esas urbanizaciones que rompen el paisaje tradicional de los pueblos rurales
Finalizamos el recorrido en un bar de Mortera, en donde nos ofrecieron un caldo que nuestro cuerpo lo agradeció. Repusimos fuerzas con bebida y algunos pinchos, poco antes de volver a la estación de Mortera-Mompía.
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