Los Collados del Asón

El domingo 28 de noviembre nos atrevimos a partir del Barrio Covadonga, en Torrelavega, a pesar de la lluvia que había caído torrencialmente durante toda la noche. La verdad que yo fui al autobús pensando que dentro de poco volvería a casa, pues la lluvia y el frío nos iban a echar para atrás. Sin embargo, la mayoría de la gente estaba decidida a partir para los Collados del Asón.
Llegamos con dificultad al centro de interpretación del Parque Natural, pues en la parte final no paraba de nevar y el autobús no llevaba cadenas. La quitanieves llegaría más tarde.

Nos acercamos un momento, mientras nevaba todavía, al mirador para ver las Cascadas del río Gándara, afluente del Asón. Apenas caía agua a pesar de la nieve que seguía cayendo. La presa debía de estar cerrada.

El grupo juvenil tuvo humor para hacer bolas y jugar con ellas, bajo la estrecha vigilancia de Toño y su perra.

Partimos del centro de interpretación hacia el Collado con la intención de descender hasta el pueblo de Asón, aunque antes nos acercamos al nacimiento del río Gándara. Afortunadamente salió el sol y el recorrido se hizo muy agradable.

 Una de las guías del centro de interpretación nos llevó hasta el nacimiento y realizó unas explicaciones sobre el lugar.
 En esta imagen se aprecia la surgencia del río Gándara.

A escasos metros de la surgencia se encuentra un viejo molino que algunos vieron de cerca.
 Cuando dejamos el nacimiento del Gándara para subir hasta el Collado del Asón se podía apreciar bien la altitud de la nieve, pues en la zona más baja, en el centro de la foto, se ve el color verde de la hierba, donde a esa hora no había caído nada de nieve.

 Llegamos al Collado y desde lo alto de la morrena glaciar vimos el valle del río Asón, sólo en parte cubierto de nieve.


Comenzamos a bajar hasta el nacimiento del Asón por un sendero muy pendiente y resbaladizo por la nieve. En ese momento comenzó de nuevo a caer una nieve fina.


Enseguida pudimos ver la cascada del Asón, su nacimiento. A pesar de las lluvias de días anteriores el caudal era pequeño comparado con otras veces que la cola de caballo era más voluminosa. En la parte más alta del valle las hayas dominan el paisaje con sus colores otoñales.


Descendimos por el cauce del Asón y pasamos junto a la base de la cascada.



Las viejas hayas nos acompañaron en la parte alta del recorrido.

Una de las guías nos comentaron hacia el final del recorrido que en siglos pasados ya se dieron cuenta de que habían superexplotado estos montes y por ello habían creado un vivero de árboles para reforestar. En esta zona se puede apreciar unos buenos robles, incluso alineados en torno a muros, expresión del antiguo vivero.

Entre las ferrerías para construir los cañones de la armada española y los propios barcos, el consumo de madera fue excesivo y todavía hora se puede apreciar la deforestación de siglos pasados en la cabecera de estos valles pasiegos.
En la otra vaguada del valle domina el paisaje la encina, de hoja perenne.

Nos llevaron a centro ictiológico donde crían salmones, que utilizan para repoblar la escasez de piezas en los ríos cántabros.

Separan los individuos según la procedencia para devolver los alevines a los ríos de sus progenitores.

De Somo a Langre

El domingo 21 de noviembre llegamos a Somo y nos decidimos a iniciar la marcha hacia el Cabo Quintrés pues, aunque hacía bastante viento, había nubes y claros; como no llovía arrancamos el paseo, aunque llevamos un par de coches sólo hasta la playa de Langre, para finalizar la marcha allí.

 Nada más iniciar el recorrido pasamos junto a unas viviendas asentadas sobre la misma arena de la playa. Se podía apreciar todavía cómo la marea y el oleaje había llevado la arena hasta los mismos jardines.
 Aunque la mañana estaba fresca y ventosa, estaba la playa llena de personas haciendo deporte.

Pero había más edificios sobre la misma playa. Nos llamó la atención éste por su avance sobre la arena y el enorme muro de hormigón que habían cosntruido para defenderse del avance del mar.
 Como se puede apreciar aquí, el intento ha sido vano, pues los envites de las últimas mareas han destrozado los cimientos del muro de hormigón y ha penetrado el agua dentro del edificio. Quienes viven en estas condiciones estarán permanentemente en peligro cada vez que haya fuertes mareas. Es un ejemplo vivo de lo que no se debe hacer.
 
 Pero el avance del urbanismo no se ha llevado a cabo sólo por iniciativa privada. En esta foto podemos apreciar una de las calles de Somo que llega hasta la misma playa. Han tenido que levantar un muro de arena de más de dos metros para que el agua de mar no penetrara por todas las calles e inundara los bajos de las viviendas.

 Más adelante recorrimos el monte de Somo, desde cuyas altas dunas pudimos apreciar el mar y Santander a lo lejos.

Desde las mismas dunas cubiertas de arbolado y de plumero, hacia el este se apreciaba Loredo. Estamos en Somo, una de las playas más extensas del Cantábrico

 Enseguida llegamos a Loredo, donde nos sorprendió otro hecho: las mismas mareas que habían producido desperfectos en Somo, también habían penetrado en la zona urbana de Loredo. Lo más llamativo había sido que las mareas habían movido la arena y taponado el desagüe del arroyo. Tuvieron que mover con máquinas toneladas de arena para dejar abierto el desagüe.
 Seguíamos por el borde este de la Bahía de Santander y no perdíamos de vista la península de La Magdalena y los edificios más altos de la ciudad.

Nos extrañamops de que todavía quedaran restos del chapapote del Prestige, nueva años después, en las rocas localizadas al este de la Playa de Loredo.

Enseguida subimos a las praderías que se localizan entre Loredo y Langre. Desde la altura se apreciaban los acantilados, que recuerdan los de Costa Quebrada.

 Por esa zona se encuentra la Isla de los Conejos, uno de los islotes más extensos del Cantábrico. Por esa zona el viento arreciaba y nos cayeron algunas gotas de lluvia, pero de modo leve.
La mayoría de las fincas que atravesamos son propiedad de la empresa Emilio Bolado, que esperaba obtener buenos beneficios de su urbanización, pero ahora están aprovechados para la ganadería en vista de que no se puede construir. Los padros estaban muy húmedos de la lluvia de los días anteriores. 

Llegamos pronto a playa de Langre, con unos oscuros nubarrones al este que nos indicaban que por aquella zona la lluvia arreciaba. Hicimos bien en recortar el recorrido, pues habíamos conseguido realizar casi todo el camino sin mojarnos.

Aprovechamos el fondo de la playa para hacernos una foto colectiva, de la docena de personas que nos decidimosa llevar a cabo la marcha,

Las dos playas de Langre estaban casi desiertas; tan sólo algunas personas se encontraban en el aparcamiento disfrutando de las vistas.

El oleaje dejaba este color sobre la playa que contrastaba con el gris de las nubes y el casi negro del cabo Quintrés al fondo, a donde en esta ocasión no llegaríamos pro precaución. Finalizamos la marcha sobre las 13:00 horas en el aparcamiento de la playa de Langre. UNos minutos más tarde apareció la lluvia, pero ya estábamos de vuelta a casa.

¡Hasta la próxima!

De Somo a Cabo Quintrés



ANIVERSARIO DEL PRESTIGE

RECORRIDOS POR LA NATURALEZA
De SOMO a CABO QUINTRES
 
Domingo 21 de noviembre de 2010

Salida: Embarcadero de Somo a las 10 de la mañana.

Como otros años, vamos a recorrer nuestro litoral en el Aniversario del Prestige, para que nos demos realmente cuenta de lo insostenible que es la explotación Infinita a que se ve sometida la Costa de Cantabria. Pero todavía  no está todo perdido.

Vamos por orillas y grandes acantilados, divisando el mar. No os  podéis perder estos paisajes marinos en otoño. Las brisas, el oleaje, las aves, la biodiversidad...

Quedamos para empezar en el Embarcadero de la lancha de Somo. Por el  arenal de las playas de Somo y Loredo iremos hacia la Punta de Langre y su playa; la de Arenilla en la Ensenada de Galizano, la playa de Galizano y ría  Conal; seguiremos por las puntas de Riaño y Concabrera y la Lastra de las Cuevas, para llegar al Cabo Quintrés. Lo siguiente parada ya sería Ajo, pero no llegamos más allá.

Si el tiempo no lo impide lo podemos hacer en unas 4 horas de subidas, bajadas y rodeos, pero siempre buscando nuestro derecho, por servidumbre de paso, por la orilla de Nuestra Costa.

Punto de encuentro: Embarcadero de la lancha de Somo a las 10 de la  mañana.

Sed puntuales, pues unos coches hay que llevarlos hasta Galizano-Cabo Quintres para poder luego regresar hasta Somo. 

Se aconseja llevar botas, chubasquero, forro, guantes, gorro, agua, bocata, cámara de fotos y  prismáticos.

Ecologistas en Acción Cantabria

Monte Canales (Silió)


El domingo 7 de noviembre nos acercamos a Silió para recorrer el Monte Canales. Había llovido mucho durante la noche y no estábamos seguros de si podríamos iniciar la marcha. A las 10:00 no llovía y decidimos salir las dos decenas largas de caminantes que nos presentamos.

Ahí podéis ver el recorrido real que hicimos, saliendo de Silió y llegando casi al pantano de Alsa.

La pista se encontraba en buen estado en la parte inicial y se iba deteriorando a medida que ascendíamos. Habíamos andado unos minutos y encontramos una sorpresa...

Una salamandra estaba atravesando la pista y la pudimos fotografiar bien.
En todo el recorrido tuvimos cerca el arroyo Erecia, que atraviesa Silió y desemboca en el Besaya. Bajaba pletórico, turbio, por la lluvia de la noche anterior.

También pudimos disfrutar del arbolado, especialmente de los robles y hayas de buen porte que caracterizan a este bosque.

Hicimos una parada también para coger una setas bajo el asesoramiento de Pilar.

Aunque la lluvia nos acompañó a ratos durante el paseo, no impidió que disfrutáramos de los colores otoñales que nos regaló el Monte Canales.

Podemos disfrutar de estas imágenes gracias a la habilidad de Antuán que nos acompañó en el viaje.

Como estaba lloviendo intermitentemente, el suelo estaba ya muy embarrado en la parte final y el arroyo Erecia llevaba mucho agua para sortearle, decidimos darnos media vuelta en este punto. En verdad que fue un acierto, pues minutos más tarde arreció la lluvia y hubiera sido peor que nos hubiera pillado más arriba.

Agua, vegetación, colores, rocas,... un regalo para nuestra sensibilidad. La pena fue la lluvia que no nos permitió disfrutar lo que hubiéramos deseado.

En esta imagen podemos ver el recorrido que hicimos, gracias al GPS de Chema.

Aquí tenemos el desnivel del recorrido y la distancia exacta de 11 kilómetros que anduvimos. Un recorrido de ida y vuelta, que no fue más largo por la lluvia.


¡Hasta la próxima!

Monte Canales (Silió)


RECORRIDOS POR LA NATURALEZA.
MONTE CANALES-PRESA DE ALSA.
DOMINGO 7 DE NOVIEMBRE DE 2010.
A LAS 10 DE LA MAÑANA  EN  SILIÓ.

Vamos a recorrer  uno de los robledales más importantes de Cantabria, el Monte Canales. Desde Silió (250 m) y siguiendo el río Erecia, nos adentraremos en el bosque por una pista. Pasamos por el Refugio de Canales (495 m) y seguimos rumbo Sureste hacia la braña de Navajo (850 m) donde ya el bosque se abre. Saltamos la valla y nos encontramos el desmonte brutal realizado para La Autovía del Agua, ese trasvase de aguas entre las cuencas de los ríos Ebro, Besaya y Pas para dar agua potable a toda la Costa.

Para enterrar las tuberías han excavado toda la capa vegetal en anchuras de 10/15 m y de 2/4 m de profundidad (las tuberías son en teoría de 600-1200 mm de diámetro). Así por más de 160 km de toda Cantabría.  El Pantano del Ebro enlaza en forma de T con el tramo Unquera-Castro, para potenciar la Costa en detrimento del resto regional.

Subiremos al  collado para ver la Presa de Alsa, cerca del Pico Oreño 1.137 m.
Si hace buen día, descansaremos en ese punto, donde hay una estación de bombeo, y volveremos por la Autovía del Agua hasta el río Erecia, cerca de Silió, en 4 horas.

Se aconseja llevar botas, chubasquero, forro, guantes, gorro, agua, bocata y cámara de fotos, porque no podéis perderos el  colorido del Monte Canales en Otoño.

PUNTO DE ENCUENTRO: SILIÓ.
Salida para ir hasta Molledo, por la carretera vieja y cruce para Silió. En la plaza de Silió os esperamos. 

Sed puntuales. Nos vemos.